Desde que recuerdo, cuando era niña me gustaba mucho observar el comportamiento de las personas, observar lo que vivimos, y me daba por pensar, que mas allá de solo vivir por vivir, la vida tenia un sentido, que lo que vivimos tiene una razón de ser, un aprendizaje escondido y que cuando tomamos consciencia de el, y actuamos en coherencia, con la aceptación de las emociones y rindiéndonos a la vida…, esas situaciones dejan de repetirse o cuando vuelven a aparecer, nuestra manera de vivirla es totalmente diferente, dejando de reaccionar para elegir responder desde la serenidad.

Fui aprendiendo que las situaciones que vivía, más allá de las apariencias, y en una segunda atención; traían consigo un aprendizaje y por tanto que lo que me tocaba vivir por “azar” o por “casualidad”, era más bien por “causalidad”, entendiendo que todo tiene un sentido, un para qué, de lo que estamos viviendo, observando que las situaciones se me repetían, solo cambiando el nombre de la persona, pero al final, todo se resumía a lo mismo…, y comencé a preguntarme:


  • ¿Cómo puedo vivir algo diferente o vivir diferente esas situaciones?
  • ¿Cómo cambio lo que me hace sentir esas situaciones?
  • ¿Cómo cambio mi manera de reaccionar desde ese impulso emocional, pudiendo elegir cómo responder?

… y que esto no surja solo de la cabeza, desde un conocimiento adquirido, del autoengaño de responder diferente después de haberlo pasado por la razón, sino, de un sentimiento autentico donde en vez de reaccionar quedándome atorada en el sufrimiento, pueda decidir como quiero vivir esa situación, dándome cuenta que lo sucedido, solo es un estímulo que reabre viejas heridas que no han sido sanadas, teniendo de nuevo la oportunidad de sanar, aprender y vivirlo diferente a las veces anteriores.

Cada uno tenemos ámbitos de nuestra vida en donde las emociones se nos mueven más, como por ejemplo en el tema de las relaciones, ya sea familiares, pareja, amistad, laborales, temas económicos, de comunicación con uno mismo y con los demás, temas de salud, etc…, y al final cada uno cojea en un ámbito y es ahí donde tenemos el aprendizaje que hacer y que a veces tiene varias capas de cebolla, donde vamos aprendiendo más y más de cada situación.

Me di cuenta que a veces situaciones pequeñas, detonaban una reacción que no era proporcional a la situación, siendo más bien exagerada, y que más allá de la situación, había una carga emocional de montones de veces mas, que había vivido situaciones similares, y que por acumulo, petaba, ya que no tenia sanada la situación que origino ese sentimiento…, por lo cual no había sido actualizada la información y a veces mi reacción era como de una niña pequeña, que se sentía indefensa, con mucho miedo al abandono, impotente, triste o muy enfadada…

Al final, la vida nos pone con personas o en situaciones que nos muestran la información que tenemos en nuestro inconsciente, ya que viéndola en el escenario de la vida, podemos hacer cambios internos que nos ayuden a cambiar el guión; y comenzar a disfrutar de la vida, del regalo de vivir el presente, que es en donde podemos realizar los cambios permitiéndonos ser felices en el camino.


Si lo decides, te puedo acompañar en tus procesos de entender más allá de tu cabeza, lo que vives, para que comiences a hacer los movimientos coherentes, los cambios internos, ya sean de creencias o de gestión emocional, para vivir la vida de la manera que deseas.


 

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