¿Cómo descubrir tu talento?
Encuentra tu talento para vivir la vida que quieres
El pasado 13 de noviembre de 2018, comenzamos un proceso de auto-descubrimiento, indagando en nuestro pasado para desvelar todas esas cosas que solíamos hacer y además de que se nos daba bien, disfrutábamos realizándolas, para darnos cuenta en que tipo de trabajo podemos efectuar esas capacidades y así poder dirigirnos hacia el empleo o emprendimiento más acorde con nuestros talentos.
Seguro que alguna vez te has preguntado cómo una persona puede disfrutar y pasárselo bien en su trabajo. Es más, lo más probable es que desearías poder hacer lo mismo que aquellas personas que triunfan y tienen éxito en sus profesiones y que además destilan felicidad.
Todos ellos, destacan por su talento. Encontraron aquello que les apasionaba porque desde que eran niños se fijaron en algo o porque un mentor detectó en ellos una habilidad singular, sin embargo, no todos tienen la misma suerte que esos grandes talentos que todos tenemos en la cabeza: Nadal, Gasol, Picasso, Mozart, Shakespeare…
La mayoría de nosotros nos cuesta encontrar el talento, no porque no lo tengamos, sino por determinadas decisiones que nos alejan desde pequeños de aquello que nos gusta, nos atrae o se nos da bien. Y llegados a una edad, nos damos cuenta que lo que hacemos en nuestros trabajos, ni nos gusta, ni nos divierte y simplemente lo hacemos para ganar algo de dinero con el que pagar las facturas.
Todos podemos encontrar el talento
Aunque pienses que no tienes talento, no es cierto. Aunque creas que eso sólo está reservado para unos pocos, tampoco es cierto. Cada persona tiene un don, algo innato que hace de manera especial, y que además disfruta haciéndolo. Algo que le apasiona. Ese es el comienzo, hacer un proceso de autodescubrimiento para encontrar entre tus aficiones o hobbies algo que te apasione, algo que te haga disfrutar y se te pase el tiempo volando.
Obviamente, ese talento debe ser contrastado y refrendado por otras personas que valoren y aprecien lo que haces y que sea realmente valioso para la sociedad. Es decir, el talento debe generar una contribución, algo que beneficie a alguien, que tenga un valor y que pueda ser retribuido.
El talento se entrena cada día
Además, el talento necesita entrenarse cada día y para esto es necesario el compromiso con uno mismo para ir mejorando cada día un poco más. Es la conocida teoría de las 10.000 horas, que te conducirá a ser un maestro o un experto en una materia. Con talento solamente no se llega a la cima. Y ese es el verdadero problema del talento: queremos los frutos del talento de forma inmediata, y para desarrollarlo necesitamos tiempo, constancia y perseverancia.
El talento requiere unas circunstancias particulares para desarrollarlo. Busca un contexto que te estimule, que te haga mejorar día a día, que te permita desarrollar tus cualidades. Si tienes talento para la cocina, difícilmente lo podrás desarrollar si trabajas en una oficina bancaria. Por eso, el talento implica valentía para poder desarrollarlo. Apostar por algo que quieres necesita tomar riesgos. Nadie gana algo realmente importante, si no apuesta y arriesga.
¿Qué hacer para descubrir tu talento?
Primero hay que cuestionarte qué es lo que amas hacer, qué cosas se te dan bien hacer y se te pasa el tiempo volando, qué te apasionaba hacer de pequeño, y luego es necesario vuelvas a hacer esas cosas, que pruebes, que te arriesgues y que te equivoques, perdiéndote por caminos muy alejados a los que transitas actualmente. Necesitas salir de tu zona de confort, y probar cosas nuevas. Quizá, darás palos de ciego, pero al final, lo encontrarás. No hay otro camino. Y siempre, hay que atender a tu brújula interior, que es tu pasión, aquello que te gusta, lo que te emociona.
También, hay que aprender a conocerse. El talento surge cuando descubrimos nuestras fortalezas, áreas de mejora y debilidades. El talento requiere desarrollar al máximo nuestras fortalezas, mejorar aquello que es importante para potenciarlo, y también ser consciente de nuestras debilidades, para no caer en falsas ilusiones, y pensar que podemos hacer cualquier cosa.
Cuando desarrollamos nuestro talento, la confianza aparece como por arte de magia. Pero no es magia, es simplemente que el talento refuerza nuestra confianza y nos permite arriesgar y afrontar nuevos retos. En suma, encontrar el talento requiere un ejercicio de autoconocimiento para descubrir aquello que realmente nos apasiona, nuestros deseos y motivaciones más profundas.